“Estoy trabajando mucho en terreno, que es lo que más me gusta”, dice Marcela Cubillos a cuatro meses de ser apoyada por Chile Vamos y el Partido Republicano para ser candidata a alcaldesa de Las Condes, tras el rechazo inicial de la UDI y de la propia Evelyn Matthei.
Entusiasmada, cuenta que se reúne con vecinos y escucha sus problemas, y que en la calle “la gente es cariñosa, se acerca a decir las cosas que quieren y lo que les gustaría que hubiera”.
Asegura que dejó atrás las críticas que hubo desde su sector y que ahora hay que mirar al futuro. Su visión, argumenta, es que se debe trabajar por objetivos claros y no funcionar por diferencias personales.
Cuenta que la política estuvo cerca de ella desde su niñez. Tiene en mente un libro que leyó de Ronald Reagan donde decía que “la mejor clase de educación cívica era la comida familiar. Algo que mi papá (Hernán Cubillos) practicó siempre”. Por eso tuvo plena conciencia a los 11 años de que Chile y Argentina estuvieron a horas de una guerra en 1978.
—¿Está en su memoria el 22 de diciembre de ese año?
—Tengo muy grabado, al igual que mis hermanos, la reunión de mi papá cuando vino el Cardenal Antonio Samoré (representante papal en la mediación que evitó el conflicto bélico) y lo recibió en la casa. Esa reunión fue muy tensa, a los dos minutos (de empezar) el papá llamó y le dice al conductor que el cardenal se va. Pero reanudaron el diálogo y afortunadamente todo salió bien. Yo siento que lo que se vivió en ese momento, que el tema se haya solucionado por el camino de la paz, es algo que nos enseñó a todos muchísimo.
—Su papá había sido oficial de la Armada.
—Sí, soy hija, nieta y bisnieta de oficiales de la Armada; hermana de cadetes de la Escuela Naval. Bueno, Andrés (Allamand, su marido) tiene un hijo que es infante de marina. Seguimos rodeados de marinos.
—¿Qué le quedó de su padre, aparte de hacerlos partícipes de la política?
—Yo creo que es muy fuerte el amor a Chile, un sentido de país, de responsabilidad, y también algo que él siempre decía: que el liderazgo consistía en saber tomar decisiones en momentos oportunos. A mi y a mis hermanos nos marcó mucho esa enseñanza.
—¿Y de su madre, Marcela Sigall?
—De mi mamá creo que lo más importante es la capacidad de reinventarse cuando la vida te da golpes inesperados. Eso lo hizo mi madre, admirablemente. Y bueno, a mí también me ha tocado, a todos realmente nos toca, y es un aspecto muy positivo que siento que la mamá me dejó.
“Ejerzo mi libertad y lo voy a seguir haciendo”
—Usted ha dicho que llegó a Las Condes a solucionar un problema a la oposición. ¿De dónde surgió la idea de postular?
—Las Condes tiene un problema de gestión en este momento, y desde el minuto en que deciden ir a la reelección, me parecía que era necesario y válido competirle. Puse mi nombre y una candidatura independiente a disposición para construir una unidad que me hubiera gustado también en muchísimas otras comunas. Con eso surge una alternativa para solucionar de la mejor manera un conflicto que estaba empezando en Las Condes.
—¿Qué balance hace de ese golpe de timón que dio en la oposición?
—Muy positivo, el liderazgo consiste en tomar decisiones. Cuando empezaban las negociaciones municipales se estaba produciendo en Las Condes un problema que no tenía mayor sentido. A mí me pareció completamente legítimo que el Partido Republicano dijera que si la actual administración iba a la reelección, le iban a competir. La forma en que planteé la candidatura demuestra también cómo voy a dirigir el municipio, de manera muy libre.
—¿Está consciente que en la historia de la derecha surgen liderazgos independientes que se convierten en figuras nacionales?
—Son cosas distintas. No milito en un partido, aunque creo que son fundamentales para la democracia. Pero creo también en el derecho de los independientes a participar en igualdad de condiciones en la vida política y no en el monopolio de la participación de los partidos.
—¿Usted surge como un liderazgo para un sector de la derecha?
—Yo siempre he tenido un posicionamiento en la derecha. Fui convencional, ministra de Medio Ambiente y de Educación. Pero ahora soy candidata a alcaldesa, quiero hacer una muy buena gestión.
—¿No aspira a un liderazgo nacional?
—No. Nunca he visto esto como una carrera. No calza con lo que ha sido mi forma de actuar en política. Nunca miro la política calculando si algo me sirve o no me sirve para posicionarme. Siempre al revés, actúo con mucha libertad.
{CITA No entiendo por qué Chile Vamos se ha enredado tanto en rechazar una propuesta de reforma que es mala, que se aleja de aquello que creemos y defendemos en materia previsional”; }
—Pero en sus redes sociales aborda muchos temas nacionales.
—Ejerzo mi libertad de expresión en todos los temas, por supuesto. Y eso lo voy a seguir haciendo.
—¿Por qué cree que al principio los partidos se resistieron a su candidatura?
—No, muy rápidamente se sumaron. O sea, de inmediato yo diría. Muy rápido, Renovación Nacional, Evópoli, republicanos. La UDI fue el partido que más les costó, porque para ellos significaba perder la opción que querían para reelegirse en la comuna. Pero se sumaron.
—¿Le molestó cuando Evelyn Matthei, sin nombrarla, criticó su candidatura? Pidió no votar por la gente de las 1000 firmas.
—No pesqué la crítica, o sea, de verdad no la tomé muy en consideración. Tampoco la entendí personal. Da lo mismo.
—Todo el mundo en Chile Vamos entendió que era para usted.
—Sí, pero me da lo mismo. No engancho con esas cosas. Yo nunca veo la política en término de cosas personales, chicas, no es lo mío.
—¿No se siente compitiendo con ella?
—Pero si ella es la candidata presidencial y yo candidata a alcaldesa.
“Hay que arar con lo que tenemos”
—¿Cómo ha visto el rol de Matthei en la negociación municipal?
—La negociación municipal la manejaron muy internamente los partidos, no participé. No tengo ninguna información de cómo se dio.
—¿Qué apreciación tiene del desempeño de las directivas de Chile Vamos?
—No tengo toda la información de los esfuerzos o no esfuerzos que se hayan hecho en cada parte. Indudablemente la gente que quiere cambios en sus gobiernos locales siempre espera que haya unidad, candidato único en las comunas y en las gobernaciones. Y eso desgraciadamente no se dio.
—Se dice que hubo lentitud.
—Hoy mirar para atrás no tiene mucho sentido, si las candidaturas ya están inscritas. En mi caso aporté y lo mío se zanjó en abril. Eso mismo quizás se pudo haber hecho mucho antes en otras comunas.
—¿Cómo ve el manejo de Chile Vamos con republicanos?
—El tema es más amplio. Lo más importante es sacar democráticamente a la izquierda que está en el poder. Nuestro objetivo tiene que ser ganar la próxima presidencial. Para eso es fundamental ganar la municipal y si queremos gobernar, ganar la parlamentaria. Es esencial la unidad, pero para lograrla es fundamental que la unidad entre todas las oposiciones se haga en torno a lo que tenemos en común y no lo que nos diferencia.
—¿No ha sido buena la estrategia de la oposición?
—Creo que hay dos cosas. Las candidaturas ya están, ahora hay que arar con lo que tenemos. La falta de unidad en algunas comunas y regiones la lamentaremos el 27 de octubre en la noche. Pero hay que salir luego de esta discusión, porque la oposición tiene que construir de manera mucho más sólida un frente unido.
{CITA Lo que hay que hacer es que el 100% de los electores de Las Condes voten sabiendo que en el voto se van a encontrar con dos Marcelas Cubillos”; }
—¿Ese frente debe ser desde republicanos hasta dónde?
—Más que frente, debe ser una coordinación. Para mi todo lo que esté a la derecha de este Gobierno. O sea, desde republicanos hasta Demócratas.
—¿Y lo ve factible políticamente?
—Todo es posible. Se habla mucho de que si hay generosidad, pero no pasa por eso, sino por tener la visión de los riesgos que hay con la izquierda que hoy día está en el poder y de cómo tenemos que ser responsables para derrotarlos democráticamente e impedir que sigan gobernando.
—Desde su independencia: ¿siente que la UDI en los últimos años perdió la línea?
—Creo que hay oportunidades de aprendizaje no sólo para la UDI, también para Chile Vamos. Yo meto aquí a toda una estrategia opositora. Uno quisiera ver una estrategia opositora más clara, en el sentido de levantar sin complejos un proyecto alternativo al de la izquierda, que la gente pueda saber que pensamos distinto a la izquierda. Cuál es nuestro proyecto y nuestro sueño de país. Y que cuando te proponen malos acuerdos por parte del Gobierno, lo que cualquier persona quiere es certeza, saber que los partidos sean confiables. Que uno sepa que van a votar como uno supone que van a votar.
Y agrega: “Cuando hay acuerdos malos no tiene que haber complejos en rechazarlos. Porque hasta ahora lo que ha hecho la izquierda es plantear acuerdos en su cancha. Es cuánto quitarle al trabajador de su cotización. No es no quitarle. Le quitamos 1, le quitamos 0,5, le quitamos 2. Con impuestos era lo mismo: ¿cuánto subimos? Nunca es cuánto bajar”.
—¿Entonces?
—Entonces siempre los acuerdos están definidos en la cancha de la izquierda. Y ahí es donde yo siento que la derecha tiene que ser mucho más clara en plantear su propio proyecto político.
—¿Qué opina del acuerdo entre Chile Vamos y el oficialismo en la reforma previsional?
—No lo he leído en detalle, pero entiendo que es un acuerdo de tramitación, por lo tanto, no voy a juzgar hoy día como si ya hubieran despachado la reforma. Espero que sea sólo un acuerdo de plazos de tramitación. Pero yo no entiendo por qué Chile Vamos se ha enredado tanto en rechazar una propuesta de reforma que es mala, que se aleja de aquello que creemos y defendemos en materia previsional.
{IMAGEN https://staticlasegunda.emol.cl/Fotos/2024/08/12/file_20240812120936.jpg}
“Lo importante es ganar”
—¿Si gana en Las Condes qué tan importante es hacer auditorías?
—Aquí hay dos cosas. Hay un aspecto judicial, con causas penales abiertas y en eso corresponde que siga actuando la justicia. En términos de gestión anuncié 20 medidas concretas en materia de probidad. Me parece fundamental auditar las corporaciones, incorporar también auditorías de la Contraloría en compras, licitaciones, adjudicaciones sobre cierto monto. Revisar números, perfiles, idoneidad de contratos a honorarios, especialmente en todos aquellos programas que son más bien asociados a asignaciones directas del alcalde. Las quiero implementar desde el día uno, porque creo que hay problemas que solucionar, por así decirlo, muy rápido, porque la gente quiere que nos enfoquemos en los próximos cuatro años.
—¿Se abrirán los libros de los tiempos de Joaquín Lavín?
— Aquí lo que hay son auditorías completas al estado en que tú recibes la municipalidad. Para recibir o auditar el estado en que recibes la municipalidad, obviamente que esa empresa que se adjudica la auditoría está haciendo una investigación muy profunda.
—¿Con qué porcentaje le gustaría ganar?
—Ganar, ganar. Lo importante es ganar. Ojalá con el mayor apoyo que uno pueda tener.
—¿Le puede hacer daño la otra Marcela Cubillos, la candidata exComunes?
—Yo creo que lo que hay que hacer ahí es que el 100% de los electores de Las Condes voten sabiendo que en el voto se van a encontrar con dos Marcelas Cubillos. Mi objetivo va a ser de información, que todos sepan que hay dos, en cada reunión lo digo para que no se confundan al momento de votar.
—¿Dónde va a estar el acento en su gestión?
—Hay tres ejes fundamentales: eficiencia, transparencia y participación.
