por:  La Segunda

jueves, 01 de agosto de 2024

Cuarto día, y las actas del Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE), a pesar de las presiones internacionales, aún no son entregadas. Demora que no hace más que incrementar las sospechas de fraude en las que habría incurrido Nicolás Maduro para amañar a elección presidencial del pasado domingo en Venezuela a su antojo.

Y ayer por la tarde, en otra movida más para negar el acceso a los resultados, que ya son conocidos, el líder bolivariano acudió al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de su país para interponer un recurso de amparo ante jueces que él mismo designó. Un plan, según comentan en Venezuela, tiene como fin judicializar el proceso electoral para así ganar tiempo y esquivar la presión internacional.

Una acción por parte de Maduro, pasados ya cuatro días, que se suma a la enorme lista de jugadas, supuestos boicots y conspiraciones que ha informado el gobierno bolivariano tanto para explicar la falta de entrega de las actas del escrutinio por parte del Consejo Nacional como justificar la represión que se lleva a cabo en las calles de distintas ciudades venezolanas y que deja 22 muertos, según Human Right Watch y más de 1000 detenidos.

El mismo domingo la cosa ya no pintaba bien. Cuando ya corrían los primeros minutos lunes, y con un retraso de más de cuatro horas en la entrega de resultados, el CNE anunció el “irreversible” triunfo de Maduro con un 51%. Sin entregar ninguna prueba de la victoria del líder bolivariano, el organismo justificó la demora afirmando que su sistema había sido hackeado.

Sin resultados aún, fue a partir de la tarde del lunes donde comenzó a aparecer el desfile de supuestos boicots y conspiraciones por parte del chavismo para justificar el triunfo de Maduro. 

Primero fue el fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, que no dejó margen para el misterio sobre el retraso en el conteo. "Fue un hackeo que habría sido realizado desde Macedonia del Norte y habría tenido la intención de manipular los datos que se estaban recibiendo en el Consejo Nacional Electoral", dijo.

{RELACIONADA https://www.lasegunda.com/Noticias/Internacional/2024/07/1100559/actas-elecciones-venezuel-cne-maduro}

Y detrás del presunto ataque estarían los sospechosos de siempre: la líder de la oposición, María Corina Machado, y los opositores Leopoldo López y Lester Toledo, ambos residentes fuera de Venezuela. "La intención era manipular los datos que se estaban recibiendo, pero la acción fue detenida. Lograron ralentizar la lectura del boletín final de los resultados”, agregó.

Sin embargo, ya el martes, Maduro cambió su versión y apuntó que el “ciberataque” fue de parte del dueño de Tesla. “Es una arremetida fascista de la ultraderecha que propició este escenario. El fascismo en Venezuela no pasará, no llegará. Tendrá mucho poder Elon Musk, pero yo tengo las bendiciones, el poder de Dios y del pueblo de Venezuela”, aseguró el líder bolivariano.

“Elon Musk es cómplice con el narcotráfico colombiano en el golpe de Estado en marcha en Venezuela” asegurando que el millonario sudafricano quiere bombardear su país “con sus cohetes” y adueñarse de sus recursos naturales. De ahí lo catalogó como “su nuevo archienemigo” y le ofreció una pelea. En otras de sus alocuciones, también afirmó que se trataba de una conspiración en su contra diseñada en Estados Unidos por “Donald Trump apoyado por (el Presidente argentino) Javier Milei y (el exmandatario brasileño Jair) Bolsonaro”.

Pero el espiral de supuestos boicots y conspiraciones no terminó allí. Iniciadas las marchas y manifestaciones en contra de los resultados entregados por el CNE, Maduro culpó de ellas a los medios internacionales, las redes sociales, a Estados Unidos, el narcotráfico y varios gobiernos de América Latina de estar detrás de una supuesta “conspiración” para sacarlo del poder. 

Ayer también culpó a Héctor Guerrero Flores -alias ‘Niño Guerrero’-, líder del Tren de Aragua de las protestas y también a los expresidentes de Colombia Álvaro Uribe, Iván Duque, Andrés Pastrana, al exmandatario argentino Mauricio Macri, al expresidente de Costa Rica Oscar Arias y a los senadores estadounidenses Marco Rubio y Rick Scott.

Pero ahí no quedaría. También acusó de estar detrás de las protestas a venezolanos que fueron entrenados en Chile y Perú. “Todos los que fueron capturados en los destrozos vienen entrenados de Chile y Perú, centros de entrenamiento”, asegurando que “regresaron al país hace 15 días, con planes de qué atacar a quién amedrentar”.

Una acusación que tuvo una rápida respuesta desde Santiago. La ministra del Interior, Carolina Tohá, afirmó “que las declaraciones del Presidente Maduro, queremos decir, en primer lugar, que son completamente absurdas, absurdas” y que “una cosa que no hacemos, es aquella que él mencionó”. Agregó que “no solo son absurdas, sino que recuerdan otras declaraciones similares que uno ha escuchado en otro momento”.