Internacional
Compartir | | Ampliar Reducir

Crisis: Empresas de Corea del Sur piden a ejecutivos trabajar más días

por:  La Segunda
martes, 13 de agosto de 2024
“En mis tiempos”, dijo Lim Hyung-kyu, un ejecutivo jubilado de Samsung Electronics que ahora tiene 70 años, “mis semanas eran lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, viernes, viernes”.

Lim se incorporó a Samsung, la mayor empresa de Corea del Sur, en 1976 y ascendió hasta llegar a director de tecnología. Durante gran parte de sus más de 30 años en Samsung, trabajar los fines de semana era normal y legal según la legislación laboral del país. “No me importaba”, dijo Lim. “Para mí era divertido”.

Ahora las cosas son distintas. La legislación laboral surcoreana limita las horas de trabajo a 52 a la semana: 40 horas normales y hasta 12 de horas extras. 

Los fines de semana suelen estar prohibidos, y los empleados más jóvenes son más conscientes de la conciliación de la vida laboral y familiar que sus padres o abuelos.

Pero en los últimos meses, algunas empresas surcoreanas influyentes han pedido a sus ejecutivos que trabajen más horas, en algunos casos diciéndoles que acudan a la oficina seis días a la semana. Algunas personas del mundo empresarial surcoreano predijeron que los empleados de menor rango y los directivos de empresas más pequeñas se sentirán presionados a seguir el ejemplo.

“Es una señal de que en Corea del Sur sigue siendo aceptable trabajar seis días a la semana”, afirmó Kim Seol, representante del Sindicato Juvenil de la Comunidad, un grupo laboral que representa a trabajadores de entre 15 y 39 años.

La presión sobre los trabajadores, especialmente los jóvenes, puede ser intensa en Corea del Sur, que tiene una población menguante y envejecida con una de las tasas de fertilidad más bajas del mundo. El temor por la seguridad en el empleo y el aumento de los costos de vivienda, guardería y educación han disuadido a los coreanos en edad de trabajar de tener hijos, lo que ha contribuido a una crisis demográfica que se cierne sobre la economía.

Tras la Segunda Guerra


Durante gran parte de la historia de posguerra de Corea del Sur, una época de rápido crecimiento y reconstrucción, se esperaba que los trabajadores estuvieran en la oficina de lunes a sábado. “Por aquel entonces, a la gente le costaba salir adelante”, explicó Lim, el ejecutivo jubilado de Samsung. “Ayudar a la empresa a crecer significaba ayudar al país y, por extensión, a uno mismo”.

Samsung, como otras gigantes multinacionales de Corea del Sur, ha seguido el estallido de desarrollo del país desde la pobreza y la guerra hasta una economía avanzada de alta tecnología. Se fundó a finales de los años 30 como tienda de verduras y pescado seco, empezó a fabricar electrodomésticos y otros aparatos electrónicos a finales de los años de 1960 y ahora es líder mundial en semiconductores, celulares y otras tecnologías, con más de 200.000 empleados.

Las empresas que ahora piden que los ejecutivos trabajen más horas han descrito las medidas como una respuesta a un descenso del negocio, alegando una crisis temporal o una emergencia. El crecimiento en Corea del Sur ha sido irregular, con un débil gasto de los consumidores que ha hecho mella en los beneficios empresariales. La economía se contrajo inesperadamente el trimestre pasado.

Un portavoz de Samsung Electronics dijo que, aunque no era una política oficial de la empresa, “los ejecutivos pueden optar voluntariamente por trabajar los fines de semana en función de sus necesidades profesionales”.

Aunque los llamamientos a trabajar los fines de semana se aplican solo a los niveles ejecutivos de estas empresas, otros empleados pueden sentirse presionados a hacer lo mismo.

Una pirámide


“La cultura empresarial de Corea del Sur es una pirámide”, dijo Kim, del Sindicato Juvenil de la Comunidad, en cuya cúspide se encuentran las grandes empresas, que marcan la pauta de la cultura empresarial del país.

La legislación laboral no siempre refleja la experiencia real de los empleados. Los trabajadores de Corea del Sur son de los que más horas trabajan de las economías avanzadas, unas 100 horas más al año que el trabajador medio estadounidense, según datos de 2022 recopilados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

Eun Sung, una consultora de unos 20 años que vive en Seúl, dice que a menudo trabaja seis días a la semana cuando está en un proyecto.

“Salir a las 2 ó 3 de la madrugada es decente”, afirmó. Solo ve a sus amigos una vez cada pocos meses, y su salud se ha visto afectada por la falta de sueño, añadió. Aunque le gusta la consultoría, se plantearía trasladarse a un país donde pudiera conciliar mejor su vida laboral y familiar.

Algunos abogan por reducir la jornada laboral. La semana laboral de cuatro días formaba parte de los programas de algunos políticos que se presentaron a las elecciones parlamentarias de abril. En junio, el gobierno creó un comité de conciliación encargado de estudiar prácticas laborales más flexibles.

“Los tiempos están cambiando”, afirmó Han, de la Universidad de Yonsei. “Los jóvenes ya no quieren ser esclavos de las empresas”.
Portada

Cerrar

img