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Las tres semanas de terror de la campaña de Donald Trump

por:  La Segunda
miércoles, 14 de agosto de 2024
Hace justo un mes, el 13 de julio pasado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, se salvó milagrosamente de la muerte tras un intento de asesinato durante un mitin electoral en Pensilvania. 

Las imágenes de su reacción al tiroteo, con el puño en alto, hicieron que el exmandatario republicano ganara una simpatía generalizada entre los votantes estadounidenses. Su experiencia cercana a la muerte le dio una oportunidad única para aglutinar la mayoría de sus conciudadanos detrás de él. Mientras que del lado demócrata no habían duda: El intento de asesinato aseguraba la elección al magnate frente al aún candidato Presidente Joe Biden, afirmaban en la tienda progresista. Lo único que quedaba por preguntarse cuál sería el margen de su victoria.

Sin embargo todo cambió. La repentina aparición de Kamala Harris como candidata en reemplazo de Biden, ofreció a los votantes estadounidenses la renovación política que tanto esperaban según las encuestas, y evitando además la repetición de la campaña de 2020. 

Pero no solo eso. La campaña de Harris, a diferencia de la de Trump, ha irradiado optimismo frente al “todo está mal” del expresidente. Además, a esto, se suma los mitines repletos de gente de la vicepresidenta. 

“Harris, ridiculizada y subestimada durante mucho tiempo por Trump, cambió la carrera por La Casa Blanca, llevando su campaña con energía. Sin embargo, Trump ha respondido al ascenso de Harris con un error no forzado tras otro”, aseguró esta semana The New York Times. 

Para Trump también es inquietante, y lo descoloca, que por primera vez en su vida política su oponente tiene más cobertura mediática que él.

Un candidato desorientado y enojado

Según cuenta el diario neoyorquino, Trump no ha podido encontrar un camino o relato para enfrentar el “momentum” que vive hoy Harris. En cambio, se ha mostrado desorientado, según cuentan cercanos a su personal. “Trump se había sentido cómodo haciendo campaña contra un Presidente de 81 años que luchaba por subir escaleras e hilar oraciones. Pero de repente, se encuentra en una campaña contra una mujer morena casi 20 años más joven, que está atrayendo a grandes y emocionadas multitudes grandes”, agrega The New York Times.

Por ejemplo, en una cena el pasado 2 de agosto, Trump afirmó al grupo de donantes de fondos con los que se había reunido que los medios de comunicación habían estado “sugiriendo incorrectamente” que él se había “suavizado” desde que le dispararon en Pensilvania. "No estoy más amable", dijo, según una persona que asistió.
Mientras que otro concurrente afirmó que Trump se sentía "enojado", porque "ellos", sus adversarios (a quienes no especificó que el asistente tomó como demócratas), primero habían intentado llevarlo a la bancarrota y luego matarlo.

Y el mal humor de Trump ha sido una constante en las últimas semanas. Y de forma seguida también, en privado, se refiere como "perra" a la vicepresidenta Harris, según dos personas que han escuchado ese comentario en diferentes ocasiones. Algo que fue desmentido por la campaña. “Ese no es el lenguaje que el presidente Trump haya utilizado para describir a Kamala, y no es la forma en que la campaña la caracterizaría”, afirmó uno de sus voceros.

En resumen, desestabilizado, “Trump volvió a caer en sus peores hábitos: perderse en sus diatribas abstrusas, estigmatizar a un oponente cuyo nombre le gusta de masacrar, alimentar las teorías de conspiración más absurdas para desafiar la realidad del entusiasmo del público por Harris y hecho evidente por los miles de personas que ahora acuden en masa a sus mítines”, publicó el editorial del diario francés Le Monde al referirse a momento que vive el expresidente.

Y agregó: “Trump aparece más que nunca como el hombre de un solo tipo de campaña, la de 2016, en la que se presentó como un nuevo hombre, sin pasado político, como un inconformista que juega hábilmente con el rechazo del público a las élites y la ansiedad de identidad alimentada por los cambios demográficos de los Estados Unidos. Sin embargo, hoy, es una posición difícil de mantener. E candidato antisistema de hace 8 años atrás se ha convertido en un candidato del establishment, que se ha unido detrás de él”.

Dudas a su vice

Pero Harris -quien a esta altura es la suma de todos sus males y derivaciones- no es el único problema al que se enfrenta Trump. En las últimas dos semanas, Trump ha recibido  quejas de los donantes respecto su compañero de fórmula como vicepresidente, el senador de Ohio JD Vance, el cual es proclive a meter la pata. Su posición en las encuestas se hundió, por ejemplo, luego de que criticara a la candidata demócrata no tuviera hijos y que en Estados Unidos abundaban las “mujeres con gatos sin hijos".

Sin embargo, Trump desestimó la idea de reemplazar a Vance como candidato a vice, ya que según él, el compañero de fórmula no incide “en nada” en la campaña y en los resultados. Algo en que podría estar equivocado el exmandatario, según han dicho varios analistas en Estados Unidos.
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