por:  La Segunda

jueves, 01 de agosto de 2024

Solo el 15,9% de los puestos en directorios de las empresas que reportan a la CMF son ocupados por mujeres, y un 41,8% de estos directorios no tiene ninguna mujer. Razones sobran para querer aumentar las mujeres en estos espacios de poder, como las mejoras en el rendimiento de las empresas al tener equipos más diversos o el impacto positivo que genera en otras mujeres el contar con modelos a seguir. El principal argumento para mejorar estas cifras es que las mujeres no llegan en igualdad de oportunidades que los hombres a estos espacios, por tanto, urge hacer justicia y terminar con las discriminaciones que actualmente ocurren. 

 

Hace algunas semanas el Gobierno presentó indicaciones al proyecto de ley Más Mujeres en Directorios; en ellas proponen que todas las sociedades anónimas abiertas estén sujetas a una cuota sugerida de un máximo del 80% de miembros del directorio del mismo sexo (los tres primeros años de esta ley), y que a partir del tercer año de la ley la cuota sugerida del máximo de integrantes del mismo sexo sea un 60%. Al sexto año de la ley, la CMF evaluaría la aplicación de esta cuota sugerida, considerándola cumplida si es que el 80% de las empresas adoptó la cuota y si hay menos de un 5% de empresas sin ninguna mujer en el directorio. Las empresas que no cumplan serán sujetas a una cuota obligatoria de un umbral del 60%.   

Como elementos positivos destacan la gradualidad en la implementación y que sea una cuota sugerida la regla general, mecanismo conocido como “comply or explain”. Este enfoque se basa en no obligar a las empresas normativamente, sino más bien generar los incentivos para cambiar su comportamiento. Mecanismo que ha sido exitoso en países como Australia, en donde desde 2012 las empresas deben reportar anualmente esta información y es la presión social la que influye para que las empresas mejoren sus cifras. 

Aún quedan varios elementos que definir en la discusión legislativa; por ejemplo, si es que habrá sanciones ante el incumplimiento de la cuota obligatoria y determinar un plazo de término una vez que se cumplan los objetivos. La recomendación de ONU Mujeres es que las medidas especiales sean de carácter temporal, hasta que se cumpla el resultado y se cambie la trayectoria actual. 

Bastante resistencia genera en algunos el avanzar en cuotas, incluso si éstas son sugeridas. Lamentablemente, si no corremos el cerco no tendremos resultados distintos. De manera paralela al avance de esta agenda, es fundamental atender otros desafíos urgentes de las mujeres en el mundo laboral, como por ejemplo la alta tasa de informalidad o la urgente necesidad de la sala cuna universal, reforma que es el punto de partida para que muchasmujeres puedan comenzar a soñar en algún día ser parte de un directorio.